125 Años de vida y misión

Este año se celebran los 125 años de presencia de los Misioneros del Verbo Divino en la tierra colorada (1898-2023). Miramos el pasado con gratitud, el presente con pasión y el futuro con esperanza.

Hoy, luego de una historia de 125 años de camino recorrido en la Misión de las tierras de la Provincia de Misiones, no podemos sino, dar una mirada a esa historia para comprender los acontecimientos que motivaron esa presencia en la tierra colorada.

Corría el año 1898, cuando el recién nombrado obispo de la gran Diócesis de Paraná, Mons. Rosendo de la Lastra y Gordillo, volvió a ofrecer al P. Becher, superior verbita de la misión en Argentina, para hacerse cargo de la atención de Misiones. Esta vez el Superior envió a un misionero -el P. Federico Vogt– a Posadas. El 5 de diciembre de 1898 llegó al Puerto de Posadas el P. Federico. Fue después del mediodía. Aún le retumbaba en su cabeza la frase del obispo de Paraná: “Querido padre, va Ud., a un pueblo totalmente desamparado; que la bendición de Dios lo acompañe”. Durante más de un año fue el único misionero en todo el territorio misionense de más de 30.000 Km2.

El territorio de Misiones para ese entonces, contaba con una única parroquia, la Iglesia San José, siendo luego la Catedral de Posadas. Por algo más de un año, el P. Federico Vogt era el único sacerdote del Verbo Divino, por esta circunstancia, el mismo tuvo que limitar su acción a la ciudad de Posadas y a las poblaciones vecinas. Sólo esporádicamente y por poco tiempo pudo incursionar en el resto del extenso territorio de su parroquia. Estas fugaces incursiones bastaron, sin embargo, para ilustrarlo sobre el lamentable panorama religioso y moral que presentaba la región.

A partir de 1900, poco a poco, fueron llegando refuerzos. Convencidos de la verdad contenida en las palabras de San Pablo, “la fe nace de la predicación”, los Misioneros del Verbo Divino no desaprovechaban oportunidad alguna para proclamar el Evangelio a chicos y grandes. De esa manera, lentamente fue cambiando el panorama religioso de Misiones, a la vez que iba aumentando su población con gruesos contingentes de inmigrantes y crecía el número de misioneros Verbitas que, con el correr de los años, se fueron esparciendo a lo largo y ancho de todo el territorio misionense.

La decisión de aceptar el Territorio de Misiones como una “misión”, fue fruto de mucha oración y reflexión. El trabajo fue arduo, penoso, pero los resultados pronto se vieron en la creación de nuevas comunidades cristianas. Los misioneros acompañaban a los migrantes de las diferentes procedencias en las localidades asignadas a ellos. Así se fue poblando y fortaleciendo el interior de la tierra misionera, de manera particular el sur de la Provincia, las localidades de Apóstoles, Azara, siendo el centro Concepción de la Sierra.

**P. Federico Vogt**, primer Sacerdote del Verbo Divino en Misiones

Camino hacia el norte, lo que luego sería la ruta nacional 12, se fueron repoblando las comunidades de la otrora misión jesuítica, con las reducciones en las diferentes localidades hasta San Ignacio. Subiendo por el río Paraná, llegaron los inmigrantes de Alemania y del Brasil a las localidades de Cuña Pirú, Puerto Rico, Montecarlo y Eldorado. Todas ellas acompañadas desde los comienzos por los Misioneros del Verbo Divino.

En el año 1939, cuando los Misioneros del Verbo Divino celebraron sus 50 años de haber pisado tierra Argentina, y apenas 40 años en Misiones, ya habían llegado a las localidades de San Javier, Oberá, Bonpland, Campo Grade, Alba Posse, entre otros, y atendían 11 parroquias, 6 capellanías y 138 capillas, cubriendo con eso el extenso territorio misionense.

Cuando en el año 1957, en este territorio se crea la nueva Diócesis de Posadas, su primer Obispo fue Mons. Jorge Kemerer SVD, la Congregación contaba en Misiones con más de 60 religiosos entre sacerdotes y Hermanos. En cambio, había sólo dos sacerdotes del clero diocesano y unos pocos Salesianos y Basilianos. Por eso no fue extraño que su primer Obispo fuera también de la misma Congregación.

En honor a la verdad histórica, bien pronto la incansable actividad misionera se orientó decididamente hacia las comunidades de los inmigrantes europeos que iban surgiendo a lo largo y a lo ancho de todo el Territorio de Misiones. Y, cabe preguntarnos: ¿Hay alguna ciudad o pueblo en el que no se pueda ver el paso de algún misionero del Verbo Divino? Surgen como hongos las hermosas iglesias parroquiales con sus capillas, diseminadas en toda la Provincia de Misiones, y un esfuerzo particular se hará en el ámbito educativo. Misiones se puebla de escuelas primarias y colegios secundarios, entre los cuales ocupa un lugar preponderante e indiscutido el Instituto Roque González, que abriera sus puertas en el año 1937, siguiendo así la ya larga trayectoria del Colegio San Miguel fundado en 1909. Además, la Congregación del Verbo Divino se enorgullece de tener en el Profesorado Ruiz de Montoya, gracias a la iniciativa de Mons. Jorge Kemerer, Misionero del Verbo Divino, el primer Instituto Superior de Educación de Misiones.

Mientras con espíritu de incansable entrega, los Misioneros del Verbo Divino sembraban la semilla de la Palabra en los corazones de los inmigrantes europeos y sus descendientes, y asentaban las bases de una formación integral sólida, los primeros destinatarios de la evangelización, los guaraníes, habían quedado marginados, abandonados a su propia suerte. Será menester esperar hasta los albores de los años 70, cuando surgirá con una visión futurista el P. José Marx, quien llamará la atención de la situación de abandono de los guaraníes, no sólo a nivel local, sino nacional e internacional. Se abocará por entero a su causa. Más aún, por iniciativa suya se rescatarán de las selvas las durmientes ruinas jesuíticas, que de ahí en más serán la admiración de los turistas provenientes de todo el mundo.

Si los Misioneros del Verbo Divino, Sacerdotes y Hermanos religiosos, han realizado una obra evangelizadora de tamaña envergadura en Misiones, no inferior ha sido aquélla de las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo. Su Congregación, también fundada por Arnoldo Janssen, había visto la luz el 7 de diciembre de 1889, y el 16 de febrero de 1904 ya pisaban la tierra colorada de Misiones. Días después, el 21 de febrero de 1904, inauguraban su actividad misionera en Misiones, abriendo las puertas del entonces precario “Colegio Santa María”. Su presencia ha sido decisiva, por sobre todo, en la formación de las chicas y jóvenes, como asimismo su apostolado junto a los enfermos y moribundos.

Hoy han transcurrido 125 años desde aquel memorable 5 de diciembre de 1898, en el que el P. Federico Vogt diera comienzo a lo que hoy llamamos “La segunda Evangelización de Misiones”. Es imposible escribir la historia de Misiones al margen de la actividad misionera desarrollada a lo largo de más de un siglo por los Misioneros del Verbo Divino y las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo. Así como San Ignacio de Loyola ha sabido imprimir en el alma de sus seguidores el espíritu heroico que los ha llevado a la fundación de las reducciones jesuíticas, cuyas ruinas hoy contemplamos con admiración, así San Arnoldo Janssen ha trasvasado en el corazón de cada uno de sus miembros su absoluta confianza en la Divina Providencia, que en el devenir del tiempo ha cambiado la fisonomía de estas tierras.

Para el año 1998, al cumplirse los 100 años de presencia en estas tierras, la misión se amplió a la Provincia del Chaco, con dos comunidades, una en Resistencia y otra en Pampa del Indio. Nuestra misión continúa, estar presentes y anunciar el Evangelio allí donde no ha llegado o donde falta manos y pies para ese anuncio.

Con justa razón la Iglesia proclamó santo a Arnoldo Janssen y ojalá que su obra siga produciendo aún muchos frutos y encuentre entusiastas seguidores que quieran brindarse a favor de la obra evangelizadora, tan urgente hoy como otrora. Hoy nos enorgullece saber que la misión continúa y, en el territorio donde hace 125 años existía una pequeña capilla que luego sería, con el pasar de los años y el esfuerzo de los misioneros, la actual Catedral de Posadas, al presente se han erigido tres Diócesis. La de Posadas en el año 1957, que en fue subdividida en 1986, al crearse la Diócesis de Iguazú, y el año 2008 se creó la tercera Diócesis con el desmembramiento de ambas y que tiene sede en Oberá.

Hoy, junto con toda la población de Misiones y del Chaco, damos gracias a Dios por permitir anunciar sin descanso su Palabra, celebrar la vida que nos trae el Evangelio y acompañar a la Iglesia que cada vez está más firme en estas tierras.

Agradecemos a los Obispos de las tres Diócesis de Misiones y de la Arquidiócesis de Resistencia, por el constante apoyo recibido en estos años de presencia. A los sacerdotes diocesanos y religiosos, a las religiosas y laicos que se hacen compañeros de camino en la obra evangelizadora de la iglesia que camina en estas tierras.